El estudio del Defensor sobre el ruido ocasionado por los bares recoge diversas quejas entre las que se encuentra una realizada en Córdoba. El afectado acude a esta institución tras presentar denuncias ante el Ayuntamiento y Urbanismo, y también ha contactado con la Policía Local por los perjuicios que le causa un bar instalado bajo su vivienda. En su escrito, afirma que «aquí es insoportable vivir, sobre todo los fines de semana. Algunos me veo obligado a irme a casa de mis hijos porque no se descansa». A esto añade que «a mi mujer le está afectando el estado de ánimo. Yo, que padezco una EPOC, que en el verano quisiera abrir las ventanas, no puedo a causa del ruido».