L os servicios municipales han hecho oídos sordos a las indicaciones del coordinador general de Hacienda, que el pasado 8 de julio remitió una carta a sus responsables en la que les marca algunas directrices que deben tener en cuenta al diseñar las cuentas municipales. La fundamental era que «el montante de créditos de los capítulos 2 y 4 no podrá superar el que se asignó a la Delegación en el ejercicio 2016», lo que supone que las cuentas del año próximo parten de un escenario de congelación respecto a los de 2016 en lo que se refiere a ambos epígrafes, que se corresponden con los gastos corrientes y las transferencias a las empresas públicas, respectivamente. Los documentos que se han remitido a la coordinación general de Hacienda no respetan dicha indicación, que es muy clara, por lo que el viernes se mandó un nuevo escrito en el que se advierte a «todos los delegados, directores generales, subdirectores y responsables de los servicios que las consignaciones de los capítulos 2 y 4 deben necesariamente reducirse a las mismas cantidades del ejercicio 2016». Así, continúa el texto, «deben necesariamente reducirse a las mismas cantidades» del pasado ejercicio. Por ello, añade, «rogamos que se remita nuevamente, y ya con carácter definitivo, toda la documentación necesaria ateniéndose a dichas cantidades».

La documentación adaptada a los parámetros que establece la Coordinación General de Hacienda del Ayuntamiento debe tener entrada en el Órgano de Planificación Presupuestaria con fecha límite del 26 de agosto con el objeto, según el escrito de ayer, de poder contar con el presupuesto el día 1 de enero.

La misiva del coordinador general de Hacienda del 8 de julio rogaba que «atendiendo a la ejecución real de dicho ejercicio (2016), reflejen los créditos que realmente son necesarios». Así, no se podrían incrementar los gastos de funcionamiento ni inyectar más dinero a las sociedades municipales, como podría ser Aucorsa o Sadeco. H