Varias decenas de personas se concentraron ayer en el bulevar del Gran Capitán para pedir el regreso a su casa de Paco Molina, el menor desaparecido desde el 2 de julio del 2015, cuando tenía 16 años. En el acto, convocado por la familia, el padre del joven, Isidro Molina, anunció la creación de una plataforma de desaparecidos «para que tengan voz, que ningún caso se quede apagado como en un principio pasó con el nuestro y que las familias no sufran el descontrol de los primeros momentos y de no saber dónde acudir». En unas declaraciones previas, Molina insistió en que «no creemos que la desaparición de nuestro hijo fuera voluntaria» y reiteró que «desde el principio ha habido cosas extrañas, como que cogiera un autobús a Madrid cuando se había ido de casa sin dinero y sin ropa». «Llevamos -añadió- un año de desesperación y seguimos sin saber nada del paradero de Paco. La Policía nos dice que sigue trabajando, pero la realidad es que no tenemos a nuestro hijo».

Durante la concentración, a la que asistieron la alcaldesa, Isabel Ambrosio; el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, y el presidente de la Diputación Provincial, Antonio Ruiz, varios amigos de Paco Molina tomaron la palabra para recordarlo y pedir su vuelta. El joven salió aquel 2 de julio para dar una vuelta y sobre las 22.30 horas le escribió al padre diciéndole que dormiría en casa de unos amigos. Al día siguiente, tras comprobar que no había sido así, la familia presentó la denuncia. Más tarde se supo que el mismo día 3 había viajado en autobús hasta Madrid.