Las múltiples actividades y oferta gastronómica que ofrece el Mercado Medieval, acompañadas por el buen tiempo del que se está disfrutando hoy en Córdoba, volvieron a suscitar el interés de miles de cordobeses y visitantes, que desde por la mañana se mezclaban con los grupos de animación musical y teatral en el entorno de la Torre de la Calahorra, donde se han instalado unos 250 puestos de todo tipo de productos y alrededor de los cuales se celebran múltiples actividades destinadas a todo tipo de público.

Nada más entrar al recinto, los más pequeños pueden disfrutar de un tiovivo, una noria y un barco pirata, pequeñas atracciones vestidas de medievo para la ocasión, además de jugar con el barro bajo la mirada de un artesano, dispuesto a enseñar los secretos del torno. Es el caso de Javier Sánchez, dedicado a la reproducción de piezas arqueológicas, al que le encanta una experiencia con los niños, que también disfrutaron de la exhibición de aves rapaces, los únicos animales presentes en esta edición de la cita.