La Asociación Nacional de Familias Necesitadas (Anfane) ha denunciado los cortes de agua que Emacsa está llevando a cabo a familias empadronadas en viviendas ocupadas, requisito que el Ayuntamiento estableció como válido en estos casos previo informe de Servicios Sociales. Es el caso de Miguel Ruiz y Rachida, una pareja que ha vivido más de un año sin agua ni luz en un piso ocupado hasta que en diciembre se les dio suministro. Según Rafael Cidres, presidente de Anfane, "antes de ocupar el piso estuvieron un mes en la calle tras ser desalojados de una vivienda de alquiler". El piso en el que viven estaba vacío y nadie les ha requerido desde que están ahí. La asociación ha conocido a través del Registro que el propietario es Solvia, con quien ahora están negociando un alquiler social. Según su relato, Miguel presentó el certificado de empadronamiento y le dieron de alta el agua, "pero el jueves pasado le reclamaron un contrato de alquiler, que aún no tiene, y ayer (por el jueves) se la cortaron".

Fuentes de Emacsa aseguran que "no se está cortando el agua a nadie, salvo en caso de impago de personas que pueden pagar" y achacaron el corte "a que no se había presentado documento alguno en el plazo de un mes, ni siquiera el empadronamiento", algo que Cidres niega, al tiempo que muestra con documentos que "están al día en todos los pagos". Finalmente, la empresa restableció ayer el suministro.

Según Anfane, el caso de Miguel no es el único. "Otra familia de la asociación está en una situación similar", afirma. "Son un matrimonio de Alcolea con una niña que están en un piso ocupado y Emacsa, para darles agua, les pide contrato de arrendamiento, de primera ocupación o escrituras". En la misma línea, Anfane critica que "se esté pidiendo a las familias un informe de Servicios Sociales para poder dar el alta el agua, que es una necesidad, cuando en los Servicios Sociales municipales están dando las citas para dentro de un mes o dos".