El rector de la Universidad Loyola Andalucía, Gabriel Pérez Alcalá, señaló ayer que su objetivo es trabajar para lograr "una universidad que sea pedagógicamente muy avanzada" y mostró su compromiso con el cargo durante la celebración de la festividad de Santo Tomás de Aquino, que tuvo lugar durante un solemne acto en la Sala Polifemo del Teatro Góngora, al que asistieron unas 180 personas, precedido por una misa en San Hipólito. El acto, al que acudió el presidente del Patronato de la Fundación Universidad Loyola Andalucía, Idelfonso Camacho, también sirvió para entregar los reconocimientos anuales de esta institución.

Renovado en noviembre como rector por el patronato de esta universidad privada, Pérez Alcalá puso de manifiesto su compromiso ante los próximos cuatro años de mandato haciendo una breve reflexión sobre lo que le ha movido a aceptar de nuevo el cargo. "Me siento profundamente universitario, creo firmemente en el concepto de universidad nueva que estamos creando, tengo internamente un compromiso con mi fe de transformar el mundo, y creo que la mejor manera de hacerlo es a través del mundo universitario", señaló Pérez Alcalá, que dio rienda suelta a su sentido del humor con los periodistas, bromeando sobre el atuendo de los profesores, con toga y birrete, "una tradición que se mantiene prácticamente solo en España y Portugal".

Durante su intervención, Pérez Alcalá subrayó que "hoy celebramos el diálogo entre la razón y la fe que hizo Santo Tomás de Aquino en el siglo XIII", al mismo tiempo que es una "fiesta familiar, en la que nos vemos las personas de los dos campus" de Loyola Andalucía, de Sevilla y Córdoba, para compartir experiencias y "cultura Loyola", además de reconocer a un grupo de personas que han destacado por su implicación y trabajo durante el 2015 en esta universidad, así como para agradecer a algunas instituciones "el apoyo que nos han brindado".

EL FUTURO Por otro lado, el rector reflexionó sobre lo que debe ser la universidad centrándose en siete ejes, que "configuran la universidad del futuro" y que en Loyola Andalucía están "intentando hacer realidad", trabajando, sobre todo, por "una universidad que sea pedagógicamente muy avanzada, que se adapte a las nuevas generaciones que vienen a nuestras aulas", es decir, no hay que pensar "en la universidad en la que querríamos haber estudiado" ahora, "sino en la que querríamos estudiar si nos pusiéramos en el año 2030".

Por su parte, Idelfonso Camacho destacó la entrega del equipo de gobierno, ratificando su confianza para el nuevo mandato. También expresó que "la comunidad de personas que conforman la Universidad Loyola, a quien el proyecto entusiasma, son su principal activo", añadiendo que "pretendemos ser una Universidad distinta, sin que esto signifique sentirnos superiores, que responda al paradigma Ledesma-Konvelbach de Utilitas, Humanitas, Iustitia y Fides. Estos valores son los que deben inspirar nuestra docencia, investigación y nuestra gestión diaria a todos los niveles". Camacho hizo referencia en su discurso a la relación de la Compañía de Jesús con la Universidad y, en este sentido, afirmó que "la Compañía quiere ser para vosotros una ayuda y una exigencia, y en nombre de la Compañía agradezco vuestra entrega y compromiso".

Al solemne y emotivo acto acudieron, entre otras personalidades, el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado; Rafaela Crespín, delegada del Gobierno Andaluz en Córdoba; la vicepresidenta de la Diputación de Córdoba, Felisa Cañete; el presidente del Consejo Social de la UCO, Francisco Luis Córdoba; y el presidente de CECO, Antonio Díaz.