Un hombre acusado en Córdoba de maltratar a su bebé de tres meses, que sufrió fracturas en ambos lados del cráneo, rotura de costillas, hematomas en la cara y desgarro del frenillo, dijo ayer ante la jueza que no lo recuerda y que, en cualquier caso, se arrepiente de lo ocurrido.

El acusado, de 27 años, que también tiene en curso un procedimiento de violencia de género, explicó a la magistrada que el día 19 de mayo de 2014, cuando llevó al bebé de tres meses al hospital alegando una caída, se levantó a las 7 de la mañana para darle el biberón al pequeño que "no paraba de llorar". "¿Golpeó a su hijo porque no se calmaba?", le preguntó la fiscal, a lo que el padre, que llevaba tres semanas con la guardia y custodia del bebé, respondió "no me acuerdo".

Después de esta "laguna mental", el padre acudió a casa de su prima diciéndole que el niño se le había caído y llevaron al bebé al hospital, donde le detectaron fracturas en las costillas más antiguas, explicaron la médica y el forense, aunque también un desgarro en el frenillo, hematomas en ambas mejillas y fractura parietal de ambos lados del cráneo. Sobre el origen de las lesiones, si bien la médica del turno de guardia que vio al menor el día de los hechos declaró que pueden ser "por impacto contra el suelo o por fuerza externa", tanto ella como el forense coinciden en el que bebé presentaba heridas antiguas, es decir, de episodios diferentes.

La madre del bebé ha declarado que antes de que el acusado se quedara con la custodia "le he tenido que retirar el bebé porque se ponía muy nervioso", síntoma que ha ratificado el psicólogo que trata desde hace años al joven padre por ansiedad y estrés. El Ministerio Fiscal, en su escrito de conclusiones provisionales, a los que se ha acogido la acusación particular, considera los hechos como constitutivos de dos delitos de lesiones y otro de malos tratos en el ámbito familiar con el agravante del parentesco por los que pide una pena de 10 años y 3s meses de cárcel para el padre.