Francisco Cano Sánchez (Córdoba, 1959) tiene la hostelería grabada en su código genético. Hijo y nieto de hosteleros, Paco --aunque muchos lo conocen como Miguelito por ser éste el nombre del bar que regenta su familia desde hace 67 años-- nació además en la casa donde radica el local que se convirtió en su medio de vida. Se casó apenas un año después de decidir que quería ser el relevo del negocio y es padre de sus dos hijas, Irene y Carmen, la primera fallecida de manera inesperada. Educado en el colegio Fray Albino -a poca distancia del Miguelito-, reconoce que alguna vez quiso ser veterinario, aunque tras la mili tomo la decisión de su vida: ser hostelero.