ANTESALA DE LA FESTIVIDAD DE LA PATRONA DE LA CIUDAD

Cientos de personas acompañan a la Virgen de la Fuensanta en su procesión

La imagen fue trasladada por la mañana por jóvenes de las cofradías

Cientos de personas acompañan a la Virgen de la Fuensanta en su procesión

Cientos de personas acompañan a la Virgen de la Fuensanta en su procesión

F. MELLADO

Cientos de personas se echaron ayer a la calle para acompañar a la Virgen de la Fuensanta en su procesión. La jornada comenzó temprano. Alrededor de las nueve de la mañana más de trescientos jóvenes, según cifras de la Agrupación de Cofradías, se dieron cita en el santuario de la Fuensanta para llevar a cabo el traslado de la secular imagen hasta el primer templo de la diócesis donde por la tarde se celebraría la función solemne y posterior procesión gloriosa.

Puntualmente, el coro y orquesta de la Catedral cordobesa entonaba el Himno de la Fuensanta dando comienzo una solemne eucaristía presidida por el obispo de la diócesis, Demetrio Fernández, y seguida por cientos de fieles que llenaron el primer templo diocesano.

El obispo, tras felicitar a la Agrupación de Cofradías por la organización del acto, así como a los grupos jóvenes de las cofradías que por la mañana habían protagonizado el traslado, manifestó la alegría "de tener en la Catedral a la Virgen de la Fuensanta, patrona de la ciudad". El prelado señaló que "esta procesión es la mejor antesala para las fiestas de la Fuensanta, siendo la Virgen la mejor pregonera de sus fiestas". Para concluir su homilía deseó a los asistentes una "feliz festividad de la Fuensanta".

Tras la solemne eucaristía, y disipada cualquier duda sobre la posible lluvia, se organizó la procesión de regreso. La Virgen, situada en un lateral del altar mayor, lució una vez más bajo el templete de la Virgen de Villaviciosa de la Catedral, sobre un compuesto paso con enseres de la hermandad de Animas y la Misericordia, como los arcángeles o la réplica de la urna de los mártires. En cuanto al exorno floral lució con flores blancas, destacando las jarras de rosas y los nardos de las esquinas.

Así, poco antes de las 20.30 fue saliendo el amplio cortejo compuesto por la mayoría de las hermandades de penitencia y gloria. A lo lejos, entre las columnas se vislumbraba el paso de la Virgen, poco después ya estaba enmarcada en el Arco de las Bendiciones dispuesta a entregarse a los cientos de fieles que llenaban el Patio de los Naranjos.

Tras la marcha real entonada por la banda Enrique Galán de Rota, sonó Fuensanta coronada . La Virgen caminaba solemne bajo la atenta mirada de Lorenzo de Juan y Javier Romero, capataces del paso. Poco antes de la medianoche la Virgen estaba de nuevo en su Santuario preparada para recibir hoy la visita de los cordobeses.

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