La velocidad excesiva o inadecuada está detrás de la cuarta parte de los accidentes de tráfico. De los 1.120 accidentes que se produjeron en el 2014 en las carreteras cordobesas, la velocidad fue la principal infracción concurrente en 251 casos, además de en un 22% de los siniestros mortales.

Según un estudio de la Universidad de Valencia, la velocidad excesiva reduce el tiempo de reacción; dificulta el control del vehículo y la rectificación de la trayectoria; aumenta la agresividad y el estrés del conductor, y altera el funcionamiento sensorial y el fisiológico, disminuyendo el campo visual y aumentando el nivel de fatiga.

Los conductores que superan los límites son sancionados con multa de 100 a 600 euros y la pérdida de entre 2 y 6 puntos, dependiendo del exceso.