San Cayetano y Puerta Nueva se volcaron ayer en sus respectivas procesiones de la Virgen del Carmen. Casi a la misma hora daban inicio las dos procesiones dejando cada una su particular sello en un 16 de julio marcado por una calurosa tarde.

Así, tras concluir la función solemne, la Virgen coronada del Carmen de San Cayetano entronizada en su blanco palio bordado en oro abandonaba su templo para dirigirse al centro de la ciudad. La imagen lució en un paso exornado con orquídeas y frescias en blanco.

Previo al paso de la Reina del Carmelo se pudo ver a la imagen de Santa Teresa de Jesús, en una salida procesional que coincide con el 500 aniversario de su nacimiento. La santa estrenaba una muceta bordada en oro fino por el taller de la archicofradía del Carmen de San Cayetano bajo diseño de Pedro Sánchez Reyes. La sevillana banda del Carmen de Salteras, que acompañó al cortejo, puso el resto.

Mientras la Virgen coronada de San Cayetano dejaba su entorno, en Puerta Nueva repicaban las campanas del convento carmelita y la inconfundible silueta de la Virgen del Carmen se recortaba en el intenso cielo azul todavía iluminado por los rayos de sol. La Virgen lució exornada con flores blancas donde predominaban los nardos y luciendo la impresionante capa-manto que cada año cubre a esta imagen.

En lo que respecta a la parte musical, fue acompañada en su recorrido, ayer por las calles del barrio de la Magadalena, por la banda de música de Santa María de la Merced quien interpretó un escogido repertorio en honor de la patrona de los marineros.