CTA, CCOO y UGT piensan que es un "sabotaje", pero de la propia Corporación. Francisco Moro (CTA), que actuó como portavoz de los tres, aseguró que "habrá una querella de los trabajadores por las acusaciones de Torrico por un presunto delito de calumnias", ya que "tanto sindicatos como trabajadores estamos indignados por las acusaciones veladas", por lo que "tendrá que demostrar en los juzgados" lo manifestado. Ya antes de la comparecencia de Torrico había dado la voz de alarma sobre lo sucedido señalando que nada tiene que ver con los empleados públicos. "Personas ajenas al servicio público eléctrico están manipulando los centros de mando y tienen media ciudad encendida", avisaba, afirmando que es "un sabotaje para desprestigiar el servicio público". Moro explicó que "el problema lo han resuelto los empleados que se han incorporado al trabajo pidiendo autorización a su jefe sin que el gobierno municipal diera ninguna orden", y "se han ofrecido para montar guardia". Aclara que las llaves de los centros son "estándar y cualquier instalador ha podido hacerlo".