La imposibilidad, por el momento, de ampliar las instalaciones de la Facultad de Ciencias del Trabajo, hace que este centro, al que se mudaron hace dos décadas, se les esté quedando pequeño. Y es que se da la paradoja de que, si bien los cuatro cursos de Grado de Turismo reciben sus clases en el campus de Rabanales, las asignaturas optativas las cursan en el edificio de la Torre de la Malmuerta.

En este sentido, el espacio es, obviamente, un límite a la posibilidad de ampliación de la oferta académica, sobre todo si se tiene en cuenta que, según cuenta la decana, Julia Muñoz Molina, "la facultad ha hecho un importante esfuerzo para permitir el acceso de estudiantes atendiendo al incremento de la demanda social de estos estudios, algo en lo que ha tenido bastante que ver la crisis y la falta de oportunidades para los jóvenes en el mercado de trabajo".

A pesar de esto, Julia Muñoz se muestra más preocupada por la falta de profesorado, lo que conlleva un elevado número de alumnos por docente en las aulas, y una elevada carga docente para los que están. "La sobrecarga docente de un porcentaje muy alto de los profesores implicados en los grados de Relaciones Laborales y Recursos Humanos y Turismo y la falta de disponibilidad de profesorado de la mayor parte de los Departamentos de la Areas de Ciencias Sociales impide que se puedan acometer nuevos proyectos. Afecta de hecho a la oferta actual; valga como ejemplo la imposibilidad como consecuencia de la escasez de profesorado de completar la oferta de asignaturas optativas", concluye.