Los números no dejan dudas sobre la reaparición de un problema que, ya fuera por la caída de la actividad o por la adopción de medidas preventivas, había conseguido atenuarse. Si en el 2014 se produjo un repunte de los accidentes laborales en Córdoba tras acumularse seis años de descenso, el primer trimestre del 2015 recoge un ligero descenso de los siniestros leves, pero un incremento del 56,5% de los graves y un mantenimiento de los mortales. Así, en los primeros tres meses del año se han contabilizado 2.076 accidentes, de los que 36 han sido graves y 4 mortales. Las cuatro muertes se produjeron por una descarga eléctrica (agricultura), por aplastamiento (construcción) y los dos últimos se han debido a infartos (servicios). Precisamente, los sindicatos han advertido del aumento de la presión en el trabajo y de prácticas de mobbing que están incidiendo en el aumento de la siniestralidad. El responsable de Salud Laboral de UGT Córdoba, Jaime Sarmiento, advirtió de este aumento de los accidentes, que relacionó con el estrés y la precariedad. "Los empresarios se aprovechan de los trabajadores y se incumple la legalidad vigente. Hay que corregir la reforma laboral, pues vemos un desequilibrio tremendo a favor de la patronal", señaló Sarmiento durante la concentración que organizaron ayer UGT y CCOO en la plaza de Las Tendillas. En este sentido, el secretario de Salud Laboral de CCOO, Carlos Núñez, recordó que este año se cumple el vigésimo aniversario de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, aunque advirtió del "enorme retroceso" que se ha producido en los últimos años en salud laboral. "Se ha rebajado la inversión en más del 70% y esto conlleva que se incremente la siniestralidad. Los recortes nos están llevando a una precariedad absoluta", indicó. Asimismo, incidió en la aparición de la figura del "trabajador pobre", es decir, "una persona que era habitual durante el franquismo y que con lo que ganaba no tenía para subsistir". Carlos Núñez lamentó que se vea como "normal" que el contratado tenga que morir en su puesto de trabajo. "El accidente laboral y la muerte no entran en la nómina", añadió.

Las dos organizaciones sindicales demandaron una mayor inversión en la prevención, así como un incremento de la capacidad inspectora para frenar el aumento de los accidentes. Del mismo modo, reclamaron un marco laboral que apueste por la contratación indefinida, el restablecimiento del presupuesto de la Junta eliminado en el 2015 para formación, difusión y sensibilización en materia de prevención de riesgos laborales y un cambio de mentalidad empresarial "para que cumpla la normativa laboral y en materia de prevención de riesgos laborales". El sector en el que se han producido más accidentes laborales en el primer trimestre es servicios, con 1.105, de los que 14 son graves y 2 mortales. Después siguen agricultura, con 457 (10 graves y uno mortal) industria, con 322 (7 graves) y construcción, con 192 (5 graves y 1 mortal).