Dada la condición original de armas de guerra de muchas de ellas, tanto por su calibre como por su capacidad para hacer fuego automático (ametrallador), la rehabilitación de este tipo de armas y su comercio ilegal suponen un riesgo máximo para la seguridad ciudadana, incluso por su posible desvío a organizaciones terroristas, según señala la Guardia Civil en un comunicado.

Por el momento, fuentes de la investigación han precisado que ninguno de los detenidos tenía relación con grupos yihadistas y que de lo investigado hasta ahora no se tiene constancia de que ninguna de las armas vendidas haya ido a parar a este tipo de organizaciones criminales, según informa Europa Press .

En relación a ese posible desvío de armas a la yihad, uno de los responsables de la operación ha recordado que "al contrario que ETA, que tenía un aparato logístico muy potente, los terroristas yihadistas que operan en Europa y tienen convicción de llevar a cabo un atentado carecen de esas armas, por lo que recurren al mercado negro para acceder a ellas".

En la operación han participado agentes de la jefatura de Información de la Guardia Civil, con apoyo de los grupos de Información de las comandancias de Vizcaya, Navarra, Cantabria, Burgos, Barcelona, Sevilla, Cádiz, Córdoba y Las Palmas de Gran Canaria. Asimismo, se ha contado con la colaboración de los perros adiestrados para la detección de armas de fuego del Servicio Cinológico.