El apoderado de dos empresas de joyería, acusado junto a cuatro personas más de varios delitos contra la Hacienda Pública por eludir el pago del Impuesto de Sociedades, declaró ayer en el juicio que la venta de oro importado de Suiza era "completamente legal" y que todo estaba "perfectamente contabilizado".

Ayer comenzó la vista en el juzgado de lo Penal número dos de Córdoba que durará ocho sesiones y en la que han sido excusados de asistir dos de los procesados --uno de ellos padre del apoderado-- por su avanzada edad. Estos se ratificaron en su inocencia y se remitieron a las declaraciones que en su día hicieron en comisaría y en el juzgado de Instrucción.

El administrador y su padre regentaban dos firmas: una de ellas vendía oro para elaborar joyas, mientras que la otra estaba enfocada a la venta de oro para inversión. Según el fiscal "con la utilización de dos empresas distintas se pretendía buscar la opacidad de las operaciones" en una de las firmas "utilizando la emisión de tiques en vez de facturas, lo que impedía la identificación de los compradores".

El ministerio público cree que por ese método se dejó de pagar a Hacienda más de un millón de euros en el 2006. Otros dos acusados, siempre según el fiscal, compraron "importantes cantidades de oro" para revenderlo y no presentaron declaración. La cantidad defraudada en este caso supera los 1,9 millones. Las penas que solicita oscilan de los cuatro años al año y tres meses de prisión y multas del triple de lo defraudado.

Las defensas reclamaron la nulidad de las actuaciones por carecer Vigilancia Aduanera de competencia técnica para actuar y por considerar que no se autorizaron algunas escuchas telefónicas, entre otras cuestiones. Hay más de 100 grabaciones y trece tomos de documentos, con cinco peritajes distintos.

El apoderado recordó que "la Agencia Tributaria revisaba mes a mes todas las facturas" y que "no me consta" la venta de "ni un gramo de oro" a los acusados que presumiblemente después lo revendieron. Exculpó a la única acusada, pues como empleada "no tenía ninguna responsabilidad sobre las facturas y la contabilidad".