El corte profesional de Julio Montes es más empresarial que gastronómico, pero domina ambas facetas cada vez que se adentra en la sala del restaurante Astoria. Hoy es la cabeza visible del negocio que echó a andar su padre, pero antes de colocarse los galones ha pasado prácticamente por todos los puestos, desde la caja hasta el comedor y la sala, así como el de relaciones públicas. Una operación de su padre, Matías Montes, le obligó a asumir mayores responsabilidades y hace tres años, entonces con 37 años de edad, tomó las riendas definitivas del negocio. La palabra alma es la que más emplea cuando habla del negocio de la familia Montes.