La Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía ha dado por terminado el acondicionamiento del carril bici a Rabanales, el primero de Andalucía "abierto " (fuera de un casco urbano y concebido como un itinerario natural) dentro del Plan Andaluz de la Bicicleta para las ciudades andaluzas.

Esta primera obra de la ampliación de la red de carriles bici de Córdoba (los tres grandes proyectos para el casco urbano están ahora en estudio por los colectivos ciudadanos) supone por sí sola un gasto de 460.000 euros a lo largo de los 3,4 kilómetros que unen el barrio de Fátima, desde Historiador Jaén Morente, hasta Rabanales por el llamado Camino de la Campiñuela, lo que la convierte en una de las intervenciones fuera del casco urbano más importante de los últimos años en el municipio.

El carril, además, ha sido largamente reclamado por la Universidad y el Ayuntamiento y está llamado a ser la vía ciclista con más tráfico dada sus características y usuarios potenciales, recordaron ayer las citadas fuentes.

Sin embargo, también se plantea como una futura 'vía verde', no solo para la comodidad del ciclista, sino también para el disfrute en general del ciudadano y como reclamo de ocio. Eso sí, habrá que esperar años a que crezcan los árboles de medio y gran porte plantados, especialmente porque se ha repoblado el entorno respetando escrupulosamente la vegetación autóctona y los ecosistemas mediterráneos.

Así, los 1.454 metros no urbanizados se han dividido en tres tramos con diferentes tipos de especies plantadas. El primero, por la Vereda de la Alcudia desde el arroyo Pedroche a las parcelaciones de La Campiñuela, de 667 metros, reproduce en la vegetación de ribera con álamos, adelfas y tarajes en un principio y, más adelante, con 60 almezos plantados, 34 adelfas, 14 tarajes, 6 rosales silvestres, 3 mirtos y 3 majuelos. El segundo tramo, de 380 metros y hasta el arroyo Pradillo, busca recuperar el bosque térmico de la predehesa con encinas, almezos, algarrobos y una selección de 70 matorrales preforestales termófilos. El último tramo, de 320 metros, entre los arroyo Pradillo y Rabanales, se dedican al pinar, para lo que se ha repoblado con 32 pinos y una selección de 70 matorrales de este ecosistema mediterráneo. La intervención ha buscado respetar también los hitos naturales ya existentes, incluso cambiando ligeramente su trazado original.