Pudo ser una tragedia, pero Jesús Castro, un joven de 31 años, lo evitó. Eran poco menos de las 11.00 horas de la mañana cuando unas voces en el bloque número 24 de la calle Platero Repiso, junto a la avenida de Barcelona, lo alertaron. Castro se asomó al descansillo de la quinta planta, la penúltima de un edificio de seis niveles, y vio cómo "salía una llamarada" de casa de unos vecinos. Volvió sobre sus pasos para ponerse una camiseta y coger el teléfono, dispuesto a ponerse a salvo en la calle, pero cuando salía en busca de las escaleras una mujer le pidió ayuda. Era la asistenta que trabajaba en el piso en llamas y que salió corriendo a pedir auxilio al ver la magnitud del suceso. "¡Hay dos personas dentro!", le gritó. Fue entonces cuando el vecino no se lo pensó, cogió una toalla de su casa, la mojó y entró a rescatar al matrimonio que dormía todavía, y además en dos habitaciones distintas.

"Entré a la habitación de la mujer, la desperté y, como no me reconoció, creía que le estaba robando. Gritaba y llamaba a su marido. Entonces fui a la habitación de él, se levantó, le eché una toalla por la cabeza y lo saqué". Pero Antonio Morales, de 79 años, no hacía nada más que llamar a su mujer, María Josefa del Río, de 81 años. "¡Mi señora, mi señora!", exclamaba. Así es que el joven volvió al piso en llamas, rescató a la mujer ayudándose de la misma toalla y puso a salvo al matrimonio en casa de otro vecino.

"ME LA HE JUGADO" "Es un héroe para nosotros. Nos ha salvado la vida a mí y a mi mujer", repetía a las pocas horas el hombre rescatado al referirse a su joven vecino. Pero Jesús Castro, pintor en paro y sin conocimiento alguno de salvamento, no quiere que lo traten de héroe. "Eso es lo de menos. Lo he hecho con estas personas y lo hubiera hecho con otras. La verdad es que me la he jugado y he salido con el pelo chamuscado, igual que el vecino, pero ha sido la intuición, la necesidad de socorrer. Lo he hecho sin pensar las consecuencias. Han salido bien y eso es lo que importa", explicaba restándole importancia a su intervención.

Mientras tanto, aún se desconocen las causas del incendio. Ni la mujer que limpiaba en el piso y que dio la voz de alarma, ni los propietarios saben qué pudo pasar. "Estaba todo apagado y no sabemos a qué se ha debido, pero la cocina es ahora un desastre, ha desaparecido por completo", explicó Antonio Morales. Además, las llamas afectaron al salón y el humo, también a gran parte de la vivienda. El matrimonio fue atendido por los servicios sanitarios por una crisis de ansiedad, aunque ninguno de los dos ni el vecino que los rescató sufrieron quemaduras.