Una década después de que germinara como proyecto cultural de futuro, la biblioteca del Estado empezará a crecer en los jardines de la Agricultura --conocidos popularmente como de los Patos--. A partir de mañana, habrá movimiento en el solar de los jardines vallado desde el 2008, si se cumplen las previsiones de los representantes del Ministerio de Cultura que el miércoles presentaron el proyecto en el Ayuntamiento al alcalde, José Antonio Nieto, y a su equipo de gobierno, al Consejo Social y al consejo de distrito Centro. El proyecto tiene una larga trayectoria, ya que fue ideado en el 2005 cuando la cordobesa Carmen Calvo era ministra de Cultura, diseñado en la etapa del PSOE al frente del Gobierno, y licitado y adjudicado por un gobierno del PP.

Primeras tareas en el solar vallado

Las primeras tareas consistirán en la colocación de la caseta de obra y en los movimientos de tierra. Tendrá que pasar un tiempo para ver crecer el edificio diseñado por Angela García de Paredes e Ignacio García Pedrosa, que en el 2007 ganaron el concurso para la redacción del proyecto, que recibió el visto bueno definitivo en el 2009, momento en el que quedó anclado a la espera de la dotación económica que perdió en los presupuestos estatales. Aunque obtuvo licencia de obras en mayo del 2010, han tenido que pasar cuatro años para la convocatoria del concurso y para la adjudicación del mismo.

Una obra de 10,5 millones y 42 meses

Construir la biblioteca, tarea encomendada a Barroso Nava y Cia, Banasa, costará 10,5 millones de euros entre las obras propiamente dichas --adjudicadas por 8,7 millones--, los estudios previos y la redacción del proyecto --543.263--, y el equipamiento --1,3 millones--. Esa tarea necesitará 42 meses, es decir, tres años y medio si no surgen complicaciones, de ahí que si las obras empiezan este mismo mes de noviembre, acabarán en abril del 2018.

Un edificio integrado en el entorno y con rosaleda

La bella rosaleda eliminada cuando el solar se valló en el 2008 volverá a los jardines y se ubicará delante de la biblioteca. Recuperar la rosaleda, cuyo material genético se conserva en un vivero, era algo ya contemplado en el proyecto de ejecución aprobado en el 2009. Sin embargo, en la presentación del miércoles se puso énfasis en esa recuperación como respuesta a las demandas vecinales y al propio alcalde, que, en mayo, había planteado un cambio de ubicación de la biblioteca, principalmente por no ocupar el espacio usurpado a las flores y a esa zona verde. La rosaleda aparece ahora convertida en el "icono" --en palabras de Nieto-- del proyecto. Según señala el documento, el edificio se configura como una construcción ligada a la gran zona verde urbana en la que se asienta, dentro del área que ocupaba la antigua rosaleda, de forma que se mantendrá el trazado de los caminos existentes en el jardín y el arbolado.

Las peculiaridades de su fisonomía escalonada

El edificio ofrecerá una doble perspectiva. Por un lado, será más elevado por la fachada de la avenida de América y más bajo por la del jardín para minimizar su impacto, de manera que desde aquí solo se aprecien dos plantas más la baja. Su forma será escalonada y aprovechará el desnivel existente, de casi una planta, entre el jardín y la avenida. La comunicación entre la avenida y el parque se hará mediante rampas de suave bajada en los extremos. A ras del parque estará el área infantil, concebida con total independencia del resto de la biblioteca, aunque estará conectada a su interior y abierta a un patio que será la prolongación de los espacios de lectura y juegos hacia el exterior. Ese patio está ideado por los autores del proyecto como una sala de lectura más. Sobre él, y en la planta primera, habrá una terraza de lectura con vistas hacia el parque. Desde la avenida de América, se entrará al vestíbulo de la biblioteca, al auditorio y a la sala de estudios y se podrá llegar al jardín a través de las rampas laterales.

Salas diáfanas con los elementos necesarios

El proyecto señala que los espacios interiores son diáfanos, marcados solo por la división que plantea el mobiliario, y están organizados en bandejas diseñadas en torno al vacío que forma la escalera principal, que es el elemento vertebrador. Con solo adentrarse en el inmueble, el visitante captará su configuración, ya que desde el acceso de la planta baja visualiza la superior y la inferior con su área infantil.

Distribución en seis niveles

El sótano, que tiene 138 metros, albergará las instalaciones y un aljibe. En la planta del jardín, de 1.876 metros, comparten espacio las áreas del fondo de conocimientos, del fondo de imaginación y de los pequeños lectores; la zona de apoyo; ocho depósitos; y el taller de restauración. En la que está a ras de la avenida, de 1.375 metros, se encuentran el vestíbulo y punto de información general; la sala polivalente y su zona de apoyo; el área de revistas y prensa diaria; y la sala de estudio. En la primera, con 2.276 metros, comparten espacio las áreas de fondo general y de préstamo, y de música y cine; la zona de proceso técnico; dirección, secretaría y administración; la sala de ordenadores; la zona de descanso del personal; la de trabajo de grupos; y la terraza que da al parque. En la segunda, de 686 metros, están las áreas de información y consulta y de fondo especializado. Por último, en la cubierta, en 541 metros, estarán las instalaciones. Cuando el proyecto fue presentado por el anterior Gobierno del PSOE en diciembre del 2009, se anunció que albergará 250.000 ejemplares. Su gestión correrá a cargo de la Junta, que, a través de la delegada del Gobierno, Isabel Ambrosio, ha mostrado su descontento por no haber contado con la Consejería de Cultura en la presentación.

Lucernarios y celosías, elementos claves

La luz será elemento clave y llegará a través de unos grandes lucernarios situados en la cubierta que iluminarán el espacio de lectura. La parte de la avenida de América tendrá doble fachada de vidrio y celosías perforadas de aluminio, que proporcionan transparencia y controlan sol y luz. La parte del parque tendrá un voladizo proveniente de la terraza de la sala de lectura de la planta primera, que proporcionará sombra en verano y sol en invierno. Su construcción pondrá fin al olvido y abandono que se percibe tras las vallas del jardín desde hace seis años.