El abandono de la iglesia de Madre de Dios, un caso extraño y único al ser un templo municipal desde 1864, será, si es que se llega a tiempo y no se cae antes, apuntalado y sometido a obras de consolidación, según un segundo acuerdo que tomó ayer la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Córdoba, que acordó destinar 275.000 euros a la redacción del proyecto de ejecución para la consolidación estructural de la iglesia y ejecución de la fase I, consistente en intervenciones de emergencia y actuaciones previas a la consolidación, dice el texto del acuerdo.

La iglesia de Madre de Dios y los Remedios y San Rafael, que es su nombre primitivo y oficial, sigue sufriendo un calvario de retrasos en su puesta en valor que ya ha propiciado varios derrumbes, ya que este acuerdo de encomienda de la obra a la Gerencia de Urbanismo (a fin de cuentas un mero trámite) se había adoptado por primera vez por la Junta de Gobierno Local en abril, acordándose destinar en un primer momento la mitad del dinero y, una vez en marcha las obras, entregar a Urbanismo la otra mitad. Sin embargo, Intervención encontró un error formal en el texto del documento, que ha tenido que ser subsanado. Con el nuevo acuerdo, ahora la Gerencia de Urbanismo recibirá todo el dinero al principio, eso sí, con unos meses de retraso respecto a lo previsto y mientras el deterioro en la iglesia continúa acentuándose.

LAS RAICES DEL PROBLEMA El abandono de la iglesia de Madre de Dios tiene sus raíces en 1864, cuando el Ayuntamiento obtuvo la cesión de este templo en construcción junto al asilo continguo, una propiedad que podría devolverse al Obispado cuando el hospital para la mendicidad terminara de servir para ese fin y la iglesia se devolviera en buenas condiciones. Cuando en el año 2000 comenzaron las conversaciones para la reversión del monumento, la Iglesia recordó que el templo tendría primero que ser remozado. A partir de ahí, Ayuntamiento y Obispado han prolongado sus negociaciones, con fórmulas y propuestas como la de ceder el edificio junto a una compensación económica (se habló a principios de la década de 350.000 euros), realizar una actuación conjunta para reconvertir el edificio con materiales modernos en sede de la Agrupación de Cofradías y Museo Cofrade (en el 2006) o, por ejemplo, permutar el uso junto a compensaciones como cesiones de terrenos para la edificación de iglesias en barrios de crecimiento de la ciudad.

En todo caso, las conversaciones no han llegado a ningún fin mientras la crisis ha empeorado la posibilidad de una contraprestación a la Iglesia (como reconocía hace dos años el gobierno local) y el deterioro se ha disparado los dos últimos años, todo ello ante el temor de vecinos y viandantes que no dudan de cambiar de acera cuando pasan junto a las vallas que rodean el templo por su estado ruinoso.