La Delegación de Igualdad, Salud y Políticas Sociales realizó el pasado año más de 8.000 inspecciones para supervisar las condiciones higiénicas y sanitarias de establecimientos alimentarios en Córdoba. Así lo manifestó el jefe de servicio de Salud Pública, Francisco Antón.

La importancia de realizar este tipo de controles de seguridad alimentaria recae en la protección del consumidor, por tanto, desde la delegación se comprueba que los establecimientos cordobeses cumplen la normativa y el documento de autocontrol. El objetivo de estas inspecciones alimentarias es, según Francisco Antón, "evitar el riesgo alimentario en la población, es decir, prevenir que se den problemas de salud en los consumidores".

Según el jefe de servicio de salud pública, las infracciones más detectadas en los establecimientos cordobeses siempre están relacionadas con el incumplimiento de alguna de las normas ,"tales como problemas en la manipulación de alimentos, en los temas de higiene y limpieza y fallos en el cumplimiento del registro, bien de la temperatura de las cámara de alimentación como de la entrada y la conservación de las materias primas".

Desde la delegación se dan algunos consejos en materia de seguridad alimentaria. Lo más importante es la higiene y limpieza a la hora de elaborar los alimentos, la conservación adecuada de los mismos, que el envasado y almacenamiento de las materias primas sea óptimo, así como tener en cuenta que los alimentos que adquirimos o consumimos provengan de establecimientos autorizados, y hayan pasado los controles reglamentarios.