Si hay algo que define al nuevo rector de la UCO es su talante de hombre tranquilo. Quienes han trabajado con él aseguran que nunca le han visto un mal modo o una salida de tono porque sus formas son exquisitas. Aseguran los suyos que es un "currante" al que le encanta su trabajo y, por encima de todo, un hombre coherente y de palabra al que es difícil pillar en un renuncio. Hijo de agricultor y sobrino de veterinario, asegura que decidió estudiar Veterinaria, la misma carrera que cursó su único hermano, más por la curiosidad que siempre despertó en él el mundo de las células y los virus que por ser un enamorado de los animales. "En segundo de carrera, entré como interno en el departamento de Anatomía y la investigación me enganchó". Padre de dos hijos y una hija, no tiene claro que alguno de ellos siga sus pasos. "Solo la pequeña lo está pensando", explica. Su carácter serio y discreto, aunque afable, hace que sea difícil encontrarlo de noche en una discoteca o bailando sevillanas en la feria. Por contra, en su tiempo libre, en lugar de salir de fiesta (el martes, tras el triunfo electoral, no fue más allá de dos cervezas), prefiere desconectar del ajetreo diario con un buen libro o con largos paseos por el campo. Hoy por hoy, duerme poco pero no hay nada que le quite el sueño.