La familia de Soledad Donoso, la joven que falleció de forma violenta en 1992 en Córdoba y cuyo cadáver fue hallado junto al Guadalquivir, se siente "totalmente indignada y con mucha rabia" tras el auto de conclusión de sumario sin procesamiento dictado por la jueza del caso, una decisión que han recurrido ante la Audiencia Provincial, según informaron ayer en rueda de prensa la abogada de la familia, Penélope Castejón; el criminólogo Félix Ríos y una de las hermanas de Soledad, Marta Donoso, acompañados por el portavoz de la asociación Lola Castilla, Rafael Castejón.

La nueva fase del largo proceso judicial llega después de que se reabriera la causa en el 2012 y la jueza imputara a R.C.G., que pertenecía al entorno de la víctima. Un testigo situaba al sospechoso el día de los hechos en los alrededores de la plaza de San Pedro, donde vivía la chica, conduciendo un Volkswagen Golf de color rojo, mientras que otra persona aseguraba haber visto un coche igual en El Arenal ese mismo día. Pues bien, el criminólogo y la abogada aseguraron ayer que se ha localizado el coche, que pertenecía a "dos hermanos amigos del hermano mayor del imputado" y que este tenía acceso al vehículo. Sin embargo, la jueza ha considerado "meras especulaciones" estas informaciones y ha propuesto el cierre del caso.

Ante esto, Marta Donoso señaló que se ha vuelto "a lo que se hizo hace 20 años", ya que se presentan pruebas "y se para, y no sabemos el motivo". "Se le ha dado la relación del coche con el imputado y dice que no lo acepta", por lo que "pedimos que siga la investigación".

Mientras tanto, la familia convocará una manifestación el día que la Audiencia delibere sobre el recurso; ha pedido una reunión con la Fiscalía para conocer su postura, y ha solicitado una reunión a la Subdelegación del Gobierno para que se localicen unos cabellos, un reloj y un mechero encontrado en el lugar del crimen que se han perdido, o en su caso se depuren responsabilidades. La abogada dijo que cada vez que buscan "siempre hay una irregularidad", mientras que el criminólogo apuntó que "a lo mejor el caso se ha convertido en un marrón y por eso prefieren que esté en un cajón".