Un dedo de vino, un gramo de cacao, otro de almendras picadas y un expreso de café de alta calidad son sólo algunos de los ingredientes que, agitados en una coctelera y combinados, se someten hoy a examen en el VII Campeonato de Baristas de Andalucía Forum Café en la especialidad de bebidas con alcohol.

La mezcla la ha hecho uno de los siete participantes en este campeonato, Alfredo Vegas, llegado de Málaga, una provincia en la que se le da especial importancia a la preparación del café, la segunda bebida más consumida en todo el mundo, y que en España aún tiene mucho camino por recorrer, sobre todo en la apreciación por parte del consumidor.

Con el objetivo de difundir el mundo barista para que poco a poco se tome mejor café en Andalucía y en España nació hace siete años este campeonato, cuyo primer ganador y posterior finalista nacional, Javier Moya, ejerce hoy de profesor y de presentador del concurso, que se celebra en la Escuela de Hostelería de Córdoba.

En declaraciones a Efe, Moya explica que el nivel de los baristas andaluces es "altísimo" tras siete ediciones a concurso, y que es muy normal que el representante de esta comunidad llegue a la final nacional, que tendrá lugar en octubre en Barcelona.

Antes, los participantes tienen que preparar en poco más de un cuarto de hora 4 expresos, 2 capuchinos arte, 2 bebidas especialidad sin alcohol con la base del expreso, y dos bebidas especialidad con alcohol también con la base del expreso, en este mismo orden, y todo ello sometido al juicio de expertos catadores.

A pesar del interés que el café tiene en determinados círculos, y al contrario que en muchos países de la Unión Europea, Moya opina que el café de calidad todavía no ha llegado al público en España, un país donde "todos piensan que este líquido ha de ser caliente, amargo, fuerte y espeso, y nada más lejos de la realidad".

"El café es la segunda bebida más consumida en el mundo, y no creo que el mundo esté tan loco como para que lo que más se beba sea algo desagradable", apostilla este experto, que achaca la falta de interés a que España no es un país productor de café, lo que hace que sea más difícil que la gente se involucre en buscar calidad en el producto.

Para acabar con el desconocimiento, este concurso, que se basa en la idea de que la mejor forma de dar a conocer este mundo es "con el espectáculo y la parafernalia", para acabar llevando al cliente hasta "la esencia".

Los jueces, por su parte, se centran en valorar la perfecta y correcta elaboración y trabajo con el café, y la posibilidad de obtenerle todas su cualidades.

Según Eva Díaz, una de las jueces de este concurso, esto sólo lo pueden hacer profesionales que conocen perfectamente la máquina, el punto de molido y los parámetros exactos para que salga el café perfecto.

Y por otro lado, los concursantes, que trabajan bajo presión para exprimir todas las cualidades y demostrar que otra forma de preparación y de consumo de esta bebida es posible.

Tal como indica el concursante malagueño Alfredo Vegas, que este año acude por primera vez, "la preparación es el quid de todo".

Lo dice un barista que lleva desde los 14 años en la hostelería y que se ha formado en el Café Central de Málaga, un sitio donde "hay que especializarse sí o sí" en hacer café, porque el público está más acostumbrado a consumir distintas variedades.

Vegas afirma que en Málaga la gama de café es mucho más amplia, y reconoce que puede preparar hasta unos 25 distintos, desde el café irlandés, al café bombón, o el carajillo de anís, pero con especial predilección por el expreso -"el café por excelencia"- a la hora de prepararlo, y por el "corto" -40 por ciento café, 60 por ciento leche- a la hora de consumirlo.

Aunque no había quedado especialmente contento con su prueba, este concursante se mostraba "optimista" respecto a sus probabilidades, ya que "los expresos y los preparados han salido bien".

Será en unas horas cuando Vegas sepa si es él o alguno de los otros concursantes el representante andaluz en el Campeonato Barista nacional.