La Política Agraria Común (PAC) ha aportado a Andalucía una importante cantidad de fondos para modernizar el sector primario. Solo a la provincia llegan cada año alrededor de 340 millones, un importe que sitúa a Córdoba entre los grandes beneficiarios de fondos en España. Cultivos como el olivar no se entenderían en la actualidad sin las importantes subvenciones que reciben, contribuyendo a modernizar la industria olivarera y a mejorar la calidad. Sin embargo, no ha logrado concentrar el atomizado sector. Las ayudas comunitarias también han tenido efectos colaterales en el mapa de cultivos de la provincia, desapareciendo algunas tradicionales producciones o quedando muy reducida su superficie frente a otros que han crecido significativamente, como ha sucedido con el olivar. Lo que no han permitido las sucesivas reformas de la PAC es que se arbitren mecanismos de intervención de mercado que eviten que los precios se vean sometidos a tantas alteraciones.