El portavoz de la Acampada Dignidad, Rafael Juan, afirmó ayer que "Rey Heredia seguirá en pie hasta el último minuto". Después del jarro de agua fría que ha supuesto la decisión judicial, que ha ordenado el desalojo en el plazo de un mes y que el colectivo de acampados estudia recurrir, los afectados reconocen que están pasando de "la depresión a la rabia". Aunque mañana decidirán de nuevo en asamblea las medidas y las movilizaciones que harán hasta que concluya el plazo dado por el juez, la idea genérica es implicar a la sociedad cordobesa para contar con su apoyo. Para esa movilización, los acampados iniciarán una campaña informativa durante la Semana Santa, acudiendo a los aledaños de la carrera oficial para dar a conocer lo que están haciendo desde hace meses.

Para la Acampada Dignidad, es importante también ahora que el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, dé un paso al frente y se posicione sobre qué hacer en este edificio del Sector Sur y qué usos darle. "Ahora le toca dar un paso al alcalde", dice Rafael Juan, quien recuerda que una de las reivindicaciones primigenias para la ocupación de este edificio municipal fue la necesidad de espacio que tienen los colectivos de la zona. "Vamos a liarla, en plan bien, no podemos permitir que cien personas que cada día vienen a nuestro comedor a comer no tengan dónde ir", comenta el portavoz de la acampada. "El legado del Rey Heredia no se puede perder así como así", concluye Rafael Juan.