El claustro de ayer fue corto, pero intenso. Era el último de Roldán Nogueras y lo afrontó con deportividad. Incluso cuando el profesor de Veterinaria Francisco Rincón, en el turno de intervenciones, le lanzó una larga retahíla de acusaciones en las que puso en entredicho su gestión y la de su equipo de gobierno. Tras acusarlo de ser cómplice del "destierro de la cultura del mérito", de "dejar tras de sí una universidad más politizada" y de permitir con su silencio "la penalización de la excelencia universitaria" (en referencia a la medida aprobada por la Junta para reducir el complemento que ésta otorga en función de la productividad), a punto estuvo de plantear algo parecido a una moción de censura cuando exigió que se votara el informe rectoral. El rector, tras la pertinente justificación normativa, prefirió esquivar el golpe y se remitió a los recortes de prensa que han recogido sus quejas a las altas esferas por los recortes. Le acusaban de callar y contestó en su línea, sin aspavientos. También sin afirmar ni desmentir, con evasivas respondían a la prensa los miembros del actual equipo de gobierno cuyos nombres suenan desde hace tiempo como posibles candidatos a rector. Lejos aún de las urnas, Manuel Torres y José Carlos Villamandos prefieren callar. No en vano ocupan puestos de responsabilidad que, al menos en teoría, serían incompatibles con el inicio de una campaña. Quizás estén buscando reforzar sus apoyos. Y es que, al parecer, no son los únicos, ya que hay gente que preferiría un cambio de rumbo frente a un rector presuntamente "continuista". De hecho, ya suena un nombre, el de una mujer, la catedrática de Física M Dolores Calzada.