El Ayuntamiento de Córdoba renunciará al proyecto de derribar el colegio Rey Heredia y al de expropiar y demoler la línea de bloques de la calle Acera Pintada, el tramo de edificios entre los populares establecimientos Miguelito y Romerillo, descartando también así la construcción de la gran plaza entre La Calahorra y la iglesia de Santa Teresa que se contemplaba ya en las primeras propuestas del Plan del Río, antes incluso de construir el puente de El Arenal y el Arco Viario Sur, hace unos veinte años. También, por lo tanto, queda en el aire la nueva ubicación del Museo de Bellas Artes, ya que todo el solar resultante se reparte entre la zona verde destinada a ampliar la plaza de Santa Teresa y a un gran espacio para equipamiento público.

Esta es la situación tras el anuncio que hizo ayer el alcalde, José Antonio Nieto, al ser preguntado por la ocupación del abandonado colegio Rey Heredia por parte de la Acampada Dignidad. Al respecto, el alcalde dijo que el edificio ya no será derribado, como tampoco se demolerán los bloques que están detrás y cuyo proceso de expropiación se abrió hace dos décadas. Para ello, "en el próximo consejo de la Gerencia de Urbanismo se presentará una propuesta de modificación del PGOU", explicó el alcalde.

El motivo del cambio del PGOU, aparte de reaprovechar el colegio Rey Heredia para cedérselo a determinados colectivos tras una futura remodelación (el alcalde no concretó qué tipo de colectivos) es el de "quitar esa incertidumbre" sobre el destino del inmueble y, especialmente, sobre los vecinos de los bloques de viviendas colindantes, que desde hace dos décadas viven con la espada de Damocles de una expropiación en trámite para la que ni siquiera se ha llegado a un acuerdo económico de compensación.

"NO HAY UN DURO" Por su parte, el presidente del consejo de distrito Sur, Antonio de la Rosa, mostró ayer su sorpresa por el proceso que va a iniciar el gobierno local sobre el antiguo colegio Rey Heredia y los bloques de viviendas de Acera Pintada, aunque considera que más que un replanteamiento urbanístico o una muestra de consideración hacia los vecinos en realidad se trata de que "ahora no hay un duro para pagar las expropiaciones y hacer las obras" para construir la gran plaza y el edificio del nuevo Museo de Bellas Artes.

El presidente del consejo de distrito Sur también duda de las intenciones del gobierno local a la hora de ceder en un futuro el colegio Rey Heredia, para el que los rumores que le han llegado dicen que ya hay asignado un uso concreto: el de Museo Cofrade. Ello chocaría frontalmente con el interés de los colectivos del distrito Sur, que en repetidas ocasiones han solicitado el uso del colegio Rey Heredia por las asociaciones del Campo de la Verdad, Sector Sur y Barrio del Guadalquivir, más aún después de que muchas asociaciones fueran desalojadas de la antigua Escuela de Magisterio (Casa de la Ciudadanía) mientras se efectúa su reforma.

"Podemos usar el edificio y, cuando tengamos que irnos, como hemos hecho con la Escuela de Magisterio, nos iremos. Pero si ahora se cambia el PGOU se perderá una oportunidad para siempre de construir la gran plaza y el equipamiento previsto", explicaba ayer De la Rosa.