En respuesta a estas críticas, el portavoz de Sanidad del PP en el Senado, Jesús Aguirre, replicó que "la aportación del usuario a la farmacia hospitalaria mantiene los mismos criterios de justicia social que la reforma del 2012". Aguirre manifestó que "es bueno que quienes más renta perciben colaboren con los más necesitados a la hora de recibir medicamentos". El senador popular expuso que "los socialistas solo cuentan una parte de la verdad, pues es cierto que habrá copago de medicamentos de dispensación hospitalaria, pero lo máximo que aportará un usuario son 4,20 euros, aunque un tratamiento cueste miles de euros".

Acerca de esta medida, el presidente del Colegio de Médicos de Córdoba, Manuel Montero, apuntó que "al margen del pago que se fije, el código deontológico de los médicos nos obliga a administrar al enfermo el tratamiento más eficaz posible, aunque un paciente no pueda costearlo".