R.C.G., imputado por la muerte de Soledad Donoso ocurrida en 1992, no acudió ayer a declarar ante la juez que instruye la causa al solicitar su defensa un aplazamiento para poder estudiar la parte del sumario sobre la que se levantó el secreto el pasado viernes.

La principal novedad de la investigación, que se reabrió en mayo del año pasado, consiste en dos informes forenses que determinan que la muerte de la joven se produjo a consecuencia de varios golpes que le propinaron con un objeto contundente. En concreto, uno que recibió en la cabeza fue mortal de necesidad.

En la autposia practicada en 1992 el forense no pudo precisar las causas del fallecimiento ya que el cadáver presentaba un avanzado estado de descomposición. Soledad Donoso, de 18 años, salió de su casa el 28 de septiembre para ir a trabajar pero nunca llegó a su destino. Su cuerpo fue encontrado dos semanas después en El Arenal.

La Policía Nacional investigó su entorno y detuvo a un joven que puso en libertad días después por falta de pruebas. R.C.G. pertenecía al círculo de amistades de Soledad.