Considerado Jesús el primer sacerdote de la Iglesia católica y San José su formador en la tierra, los seminaristas celebran hoy la festividad de su patrón, en el Día del Seminario. La frase de San Pablo se de quién me he fiado ha sido el lema elegido este año por la Conferencia Episcopal para impulsar una campaña con la que se pretende fomentar la vocación al ministerio presbiteral.

Pese a la crisis espiritual a la que muchos apuntan, "las vocaciones se mantienen o incluso crecen entre los más jóvenes", asegura el rector del Seminario San Pelagio, Antonio Prieto. Así, en la institución que dirige, dividida en dos centros, menor (de 12 a 18 años) y mayor (de los 18 años en adelante), la cifra de aspirantes se sostiene.

Actualmente, el seminario mayor cuenta con 33 miembros, el mismo número que el curso anterior, ya que pese a los 9 nuevos ingresos en este curso, también se han producido 9 salidas, 5 por ordenaciones sacerdotales --entre junio y septiembre-- y 4 por renuncias. Por su parte, el seminario menor ha pasado de los 24 miembros en el pasado curso a los 33 en el actual, con varios abandonos y 14 nuevos ingresos (por parte de jóvenes del preseminario que participan en encuentros mensuales). A estos 66 postulantes a curas entre ambos centros, hay que sumar los 21 componentes del seminario misionero diocesano Redemptoris Mater y los 4 religiosos de diferentes congregaciones que se forman en el centro de estudios de San Pelagio, sin ser internos.

La diócesis de Córdoba cuenta pues con una cantera de 91 seminaristas, cifra que hace mantener la esperanza sobre el futuro del sacerdocio. Y para seguir fomentándolo, con motivo del Día del Seminario grupos de seminaristas llevan días recorriendo los colegios, institutos y parroquias de la provincia para dar a conocer la labor sacerdotal en sus cuatro dimensiones: intelectual, espiritual, humana y pastoral. "Se trata de que la comunidad no lo vea como algo extraño, al margen de la sociedad, sino como personas que trabajan por el bien de la misma", explica Prieto. Asimismo, se busca "concienciar a las familias de que si la vocación surge en niños o jóvenes, no se le debe poner obstáculos, porque es algo positivo".