Para evitar molestias en zonas muy concurridas de la ciudad, la renovación se llevará a cabo mediante un sistema que evita abrir zanjas, que se denomina encamisado mediante manga estructural sin costuras. En el caso de los tramos enterrados, se persigue minimizar el impacto en la población y en el tráfico que provocaría la reposición de la conducción a cielo abierto. En el caso de los tramos en galería, sí podrían sustituirse las tuberías sin afectar mucho a los viales públicos, pero la CHG aclara que ese método es complejo, caro y lento por el peso de las conducciones y las dimensiones de la galería, ya que requiere desmontar la tubería existente y sustituirla. Por ello, también se usará el encamisado.