Entras en el Ayuntamiento de Córdoba una mañana cualquiera y te preguntas: "Bueno, a ver qué toca hoy". Hay semanas de calma absoluta, de una tranquilidad casi impropia de una institución que debe serlo todo para la ciudad. Otras, por el contrario, la sede de Capitulares parece un circo de tres pistas, aunque las cosas que allí suceden, por muy curiosas o sorprendentes que parezcan, no siempre merecen la pena. Sí, está entretenido, da temas que contar, pero una vez desbrozado cada asunto o debate en cuestión poco aporta a la vida de la capital.

Las tres últimas semanas ha tocado espectáculo. Presentación inesperada a cargo de Luis Martín del proyecto inversor Tremón; Rafael Gómez cuestionando la propiedad del suelo de la ciudad deportiva que vendió al grupo inmobiliario pero dice que no se lo han terminado de pagar y que el terreno es "de mi menda lerenda"; el alcalde, José Antonio Nieto, diciendo que han comprobado en el registro y el suelo es del nuevo propietario, y respaldando una iniciativa por la que su promotor todavía no ha dado la cara en Córdoba. Unión Cordobesa (UCOR), inmersa en su pelea interna, su líder pasándose siete pueblos en sus comentarios coloquiales; el portavoz de IU, Francisco Tejada, y el concejal del PSOE Emilio Aumente, calificando el proyecto de "pelotazo urbanístico" y de "robo" a la ciudad, y el PP presentando una querella contra ambos.

Un momento, que no hemos terminado. En línea paralela, es decir, en la pista de al lado, los malabaristas debaten sobre si la multa impuesta a Rafael Gómez por edificar sin licencia las naves de Colecor podrá cobrarse o no. El titular de Hacienda, José María Bellido, expresa sus dudas de que el objetivo se consiga, y al hombre le cae encima la mundial. Vuelve por enésima vez la polémica sobre el tema, bien es verdad que resulta difícil olvidarla teniendo a su principal protagonista sentado en el salón de plenos del Ayuntamiento, y con ella llegan de nuevo las declaraciones acusatorias de IU y PSOE y, como no podía ser menos, despierta la memoria histórica del concejal-empresario, que mete otra vez en el lío a la exalcaldesa, Rosa Aguilar.

Pero en la otra pista paralela se están peleando entre ellos los de UCOR, y el concejal Carlos Baquerín acude a Comisaría a denunciar supuestas agresiones verbales y físicas del portavoz de su grupo, Juan Miguel Alburquerque, y de otra persona presente, respectivamente. Días después, Baquerín renunciará a ser portavoz de su grupo (formado por él y Rafael Gómez) en la Diputación.

Y no se vayan todavía, que aún hay más: IU y PSOE insisten de nuevo en que el gobierno del PP no ha dado cuentas aún de las ídem de la celebración de la semifinal de la Copa Davis en septiembre del 2011.

Sin cuestionar que todos estos debates y desencuentros sean necesarios, se percibe que el grado de chinchamiento y trampas chinas entre los grupos municipales va al alza. Y también da una sensación de repetición, de vuelta atrás, de falta de avance, de que cabría esperar algo más útil en el trabajo municipal, más ambiciones y visión de concejales.

En primer lugar, el pasado. ¿Cuántas veces hay que volver atrás sobre las naves de Colecor, el aeropuerto y el centro de congresos? Esa retroalimentación de los mismos debates políticos que va nutriendo a las sucesivas corporaciones locales se debe a que los asuntos no se cierran, o se cierran en falso, no se resuelven y se van arrastrando, comidos de carcoma, hasta más allá del aburrimiento.

Copa Davis

Volviendo a la Copa Davis y a su gestión, ese debate, aun siendo el más reciente, debería estar cerrado, pues tanto trabajo no debería suponer averiguar si las cuentas se hicieron bien o mal. Pero si quieres caldo, toma dos tazas, y así va a ocurrir debido a la nocturnidad con la que el PP convocó el Pleno extraordinario del pasado jueves, poco respetuoso con la oposición de IU y PSOE, que no quiso darse por enterada de la convocatoria y no asistió. Luego, Nieto se lo pasó bien echándoles en cara sus pocas ganas de trabajar, añadiendo así un poquito de sal a la herida, lo cual no evitará que el próximo 12 de marzo vuelva a abordarse el tema en otra sesión del Ayuntamiento, como se había acordado inicialmente el miércoles. Vuelta otra vez la burra al trigo, que podría decir Rafael Gómez cuando se canse de mentar a los cigarrones.

Pues que en lugar de estar reunidos gobierno local y oposición pergeñando un pacto por Córdoba, o en lugar de estar Miguel Angel Torrico, como portavoz del gobierno local, buscando consenso en torno a esa decena de puntos del programa Córdoba 10 que ha anunciado el alcalde, pues nos veremos en los tribunales por un quítame allá ese Tremón, que ni viene ni se le espera (a ver esta semana que empieza) ni se da por ofendido.

¡Ah!, y en la querella está incluido también el portavoz socialista, Juan Pablo Durán, con el que Nieto no tiene feeling precisamente.

Llama la atención que el PP, con su mayoría absoluta, pase tanto tiempo en estas fricciones, y llama la atención el ambiente espeso y exacerbado (y de espaldas a la ciudad) que se instala en la Corporación municipal. Llama la atención que esa mayoría no vaya ya cerrando capítulos de este culebrón cordobés en el que la fuerza se nos está yendo a todos por la boca, sin que se perciba ilusión o avances. Y llama la atención cierta dispersión que se percibe, en función a veces de la agenda del alcalde y de sus posibilidades de estar en el Ayuntamiento o en el Parlamento de Andalucía o en el partido. Y no olvidemos que la candidatura del PP a la presidencia de la Junta de Andalucía está por cubrir aún.