La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha reanudado los trabajos para la restauración medioambiental del monumento natural de los Sotos de la Albolafia, en la capital cordobesa, con el fin de preservar la vegetación y la avifauna que habita en este espacio protegido, según ha informado en rueda de prensa el delegado en Córdoba de la Consejería, Francisco Zurera.

Según ha explicado, "la restauración de los Sotos de la Albolafia se realizará a través de intervenciones sobre su vegetación, para propiciar una mayor biodiversidad en este espacio", ya que "se trata de un espacio único, pues son muy pocas las ciudades que pueden disfrutar de un monumento natural en pleno casco urbano, a tan solo unos metros de monumentos de la relevancia que tienen la Mezquita-Catedral o el Alcázar de los Reyes Cristianos".

Este enclave, con una superficie de 213.627 metros cuadrados, se localiza en el tramo del río Guadalquivir que va desde el Puente Romano hasta el de San Rafael y los trabajos de restauración en el mismo se centran en la eliminación de especies exóticas arbóreas y arbustivas y en la repoblación de la margen izquierda del río, con la creación de teselas de vegetación. Además, se eliminará la vegetación de las edificaciones que rodean los Sotos de la Albolafia, concretamente las de La Noria de la Albolafia, del Molino de En Medio y del Molino de Téllez o Pápalo Tierno.

Además, como complemento a las actuaciones realizadas y para mantener el control de los rebrotes de la vegetación, se ha recuperado la actividad de pastoreo en los Sotos durante la otoñada.

Esta iniciativa de la Junta de Andalucía, que cuenta con un presupuesto total de 299.817,68 euros y se cofinancia por el fondo Feader, permitirá impulsar los valores socioculturales de este espacio protegido y se desarrolla en el marco del Plan Andaluz de Medio Ambiente, del Plan Forestal Andaluz, el Plan Andaluz de Humedales, de la Estrategia Andaluza de Desarrollo Sostenible y del Plan Hidrológico del Guadalquivir.

SOTOS DE LA ALBOLAFIA

El monumento natural de los Sotos de la Albolafia, declarado como tal en 2001, es un tramo del Guadalquivir con zonas inundables, pequeños afloramientos, barras e islotes, producto de las diferentes fluctuaciones históricas en el nivel del agua del río a su paso por la ciudad de Córdoba. Este espacio, que toma su nombre de la vieja noria árabe que existe en el paraje, incluye antiguas edificaciones relacionadas con el uso del agua.

El monumento natural es una figura de protección prevista en la legislación andaluza de espacios naturales para aquellos elementos o enclaves ecológicos o paisajísticos como cuevas, peñas, dunas, árboles centenarios, islotes, bosquetes o formaciones geológicas que presentan valores singulares y cuya extensión no sobrepasa las diez hectáreas. Otros de los criterios exigidos para su declaración son, a su vez, el buen estado de conservación que presenten, la prioridad para el uso público, el reconocimiento por parte de la sociedad y la corresponsabilidad de los interesados en la protección.

La flora de este paraje es muy variada, constituida por tarajes, álamos, olmos y fresnos, entre los que crecen adelfas y zarzas. En las orillas, y sobre todo en los islotes existentes casi de forma permanente, dominan especies más típicamente acuáticas, como eneas, juncos, esparganios y lirios de agua, que forman un denso manto vegetal que a veces impide ver tierra firme. Entre la mezcla de especies se observa una gran cantidad de especies alóctonas e invasoras como eucaliptos, acacias o plátanos, entre otras.

Además de gran variedad de vegetación, los Sotos de la Albolafia también cuentan con una rica fauna, tanto piscícola, como sobre todo de avifauna. Este tramo de poco más de 650 metros de longitud concentra a más de 120 especies.

Entre las aves que alberga están algunas invernantes, como el cormorán, la garza real, la gaviota reidora o la gaviota sombría. También se pueden ver aves estivales, como el avetorillo, el martinete o el cernícalo primilla, aves de paso, como el milano negro y aves sedentarias, como el ánade real y la cigüeña blanca. Además, en esta zona ubicada en pleno casco urbano de Córdoba existe una colonia de garcillas bueyeras, de unas 350 parejas, junto con otras 60 parejas de martinetes y cinco de garceta común.