Tiene apellido inglés, maneras caballerosas de 'gentelman' y un sentido del humor inteligente. Fuera de eso, Enrique Garrido Poole se considera españolísimo: apasionado y a veces hasta excesivo a la hora de digerir el trabajo y las aficiones. Uno de sus hermanos, Ricardo, fue actor de proyección nacional en su momento, que resultó breve, porque murió con 40 años de un infarto en mitad del escenario. También Enrique tiene algo de histriónico en su naturaleza ávida de atrapar el momento y contarlo, y en sus veleidades artísticas --además de tocar la guitarra le tiran las letras, y hasta ha dirigido la revista del Colegio de Abogados--. Pero sobre todo por las muchas tablas acumuladas a lo largo de casi 60 años de ejercicio de la abogacía.