El secretario de Ciudades y Política Municipal de la dirección federal del PSOE, Gaspar Zarrías, aseguró ayer en Córdoba que su formación política no aceptará la reforma "unilateral" que el PP quiere hacer en la administración local, y emplazó al Gobierno de Mariano Rajoy a que retire ese anteproyecto hasta tanto que consiga "un amplísimo consenso" del resto de las fuerzas políticas, que ahora "están en contra" de esa reforma. Para Zarrías, esta revisión que se quiere hacer en los ayuntamientos no es más que una "simple operación de negocio" de la que saldrán beneficiadas empresas privadas a las que se les adjudiquen servicios públicos que ahora prestan estas administraciones.

En estos argumentos coincidió con el secretario de Política Municipal del PSOE andaluz, Francisco Conejo, en un encuentro que ambos mantuvieron con alcaldes, secretarios locales y portavoces socialistas en los municipios de la provincia, a los que señalaron que esa reforma "es una agresión del Gobierno al municipalismo", y que la misma es una muestra más de que el PP quiere aprovechar la crisis "para privatizar los servicios que prestan los ayuntamientos para hacer caja". A este respecto, Conejo aseguró que el PP quiere "hacer negocio con los ayuntamientos, como lo ha hecho en Madrid con los hospitales".

Por otra parte, Zarrías comentó que el fin que persigue el PP es residenciar las competencias de los 7.770 ayuntamientos españoles con menos de 20.000 habitantes en una sola administración para privatizar los servicios que prestan a los ciudadanos, con el consiguiente encareciminto de los mismos.

Asimismo, Zarrías afirmó que el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, es "una máquina de mentir" cuando ha anunciado que con la reforma se logrará un ahorro de 3.500 millones reduciendo el número de concejales, ya que "el 95% de los ediles que quieren eliminar no cobran, es decir, "son un batallón de voluntarios que están al servicio de sus conciudadanos, de cualquier partido, para intentar ayudar en lo que puedan", de manera que no se ahorraría nada, pues esos ediles no cobran, pero sí que habría otras consecuencias.