El sueño de Mahamadou es hoy por hoy el mismo que el de miles de españoles, conseguir un trabajo estable. A ése, se suma el de cumplir su objetivo de obtener un título académico, algo que de momento no se puede permitir, aunque no abandona la idea de matricularse en el futuro. También sueña con tener lo suficiente como para seguir ayudando a su familia, a la que él solo cuenta las cosas buenas. "No me gusta decir a mi madre que estoy mal, se pondría triste y está muy lejos, no puede hacer nada".