La Asociación de Padres y Amigos de los Sordos de Córdoba (Aspas Córdoba) se fundó en septiembre de 1976, por iniciativa de un grupo de padres y madres de alumnos sordos y profesores del colegio Ponce de León, dependiente de la Diputación, "centro que entonces era prácticamente el único que atendía al alumnado con discapacidad auditiva en la provincia", señala el presidente de Aspas Córdoba, Librado Carrasco. La asociación nació para "mejorar la integración y calidad educativa de los alumnos sordos y crear un lugar de encuentro, diálogo, información y formación entre las familias, para así canalizar las demandas ante las administraciones públicas".

Aspas Córdoba cuenta con servicio de atención temprana, a través del que se atiende a menores de seis años con discapacidad auditiva. También existe el servicio de atención y apoyo a las familias; el programa de rehabilitación logopédica auditiva para niños mayores de 6 años y jóvenes con cualquier tipo y grado de pérdida auditiva; el programa de apoyos curriculares, mediante el que tratamos de dar apoyo escolar a los alumnos con discapacidad auditiva de Primaria y Secundaria, o la atención de rehabilitación post-implante coclear, a través de la que se ofrece un tratamiento integral, sistemático e intensivo, a las personas con discapacidad auditiva que han sido intervenidas quirúrgicamente con el implante coclear. Por otro lado, está también la escuela de padres y madres.

"Para ofrecer estas prestaciones, contamos con diferentes subvenciones, como la existente por parte de la Consejería de Salud para el servicio de atención temprana y rehabilitación logopédica-auditiva, atención a familia y escuela de padres y madres. No obstante, por la crisis, estas ayudas de la Junta han disminuido un 25% en los dos últimos años. El Ayuntamiento de Córdoba también nos ha recortado la subvención que nos solía dar para actividades de animación infantil y juvenil", señala Librado Carrasco.

Por otra parte, Aspas Córdoba participa en la realización de los programas de apoyos curriculares, que le conceden a la federación andaluza Fapas, mediante una subvención de la Consejería de Educación y de la Fundación ONCE. Además, a través de la Confederación Española Fiapas, en virtud de una subvención con cargo a la asignación tributaria del 0'5 del IRPF, cofinanciada con Fundación ONCE, Aspas mantiene el servicio de atención y apoyo a familias, así como la intervención logopédica y auditiva.

En el capítulo de demandas, Aspas Córdoba plantea que "se potencie y fomente la atención temprana, que aunque está implantada en Andalucía como un derecho hace años, necesita más financiación de la Consejería de Salud. Por otro lado, pide la gratuidad de prótesis auditivas (audífonos) y que se incluyan en el catálogo de prestaciones ortoprotésicas los elementos auxiliares de los implantes cocleares. Y reclama que los centros de enseñanza cuenten con más recursos para mejorar la calidad educativa de los niños y jóvenes con sordera (equipos de FM, formación del profesorado, más horas de logopedia y apoyo), así como que se sigan manteniendo y aumentando las becas para alumnos con necesidades especiales.

El primer paso para saber si existe un caso de discapacidad auditiva es el diagnóstico precoz, implantado desde el 2005 progresivamente en los hospitales públicos de Andalucía. A todos los bebés, antes de darle el alta, se le hace un screening auditivo. En caso de sospecha, se sigue un protocolo en los servicios de Otorrinolaringología, que puede culminar a los seis meses con la confirmación del diagnóstico de sordera. Si existe este diagnóstico el bebé es remitido al Centro de Atención Infantil Temprana (CAIT) de Aspas para el tratamiento y abordaje integral de la sordera, de cara a una rehabilitación auditiva y logopédica lo más intensa y precoz posible. Los bebés con sordera deben dotarse de las medidas correctoras audioprotésicas acordes a su pérdida auditiva. Así, pues, si la sordera es moderada o severa se aconseja el uso de audífonos y, si es profunda, una operación para el implante coclear.

La trayectoria de Aspas fue reconocida con el Cordobés del Año que entrega Diario CORDOBA y la medalla de la Junta de Andalucía por el 28-F. Aunque "nuestro mejor reconocimiento es comprobar que nuestros hijos con discapacidad auditiva se están integrando cada vez más y mejor en todos los ámbitos de la sociedad", resalta Carrasco.