La Ribera sigue suscitando polémica, que, ayer, reavivó el delegado de Vicepresidencia de la Junta, Pedro García (IU), al afirmar que esta administración "no sabía nada" de las marquesinas de Aucorsa instaladas en el tramo recién reformado. Es más, dijo que está "a favor de la peatonalización" y, por tanto, en contra de que entre Caño Quebrado y Santa Teresa de Jornet circulen los autobuses de Aucorsa y los taxis, que son los únicos vehículos, junto a los coches de caballos y emergencias, a los que el Ayuntamiento dejará pasar.

Respecto al retraso en la entrega del centro de visitantes y en la inauguración de la Ribera para su apertura al tráfico, aseguró que "estamos a la espera de poder solucionar la situación y en pocos días, semanas, se inaugurará la Ribera y se entregará el centro". Sin embargo, y a tenor de sus declaraciones, el problema está ahora en "ponernos de acuerdo en la peatonalización de algunos sectores de esa zona", para lo que espera "llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento y, sobre todo, con los vecinos, que son los que tendrán que hablar". Añadió que IU quiere "que haya un consenso con estos colectivos para la peatonalización".

Por su parte, el alcalde, José Antonio Nieto (PP), se mostró sorprendido por las palabras de García (IU), del que dijo desconocer "qué vela tiene en este entierro". Nieto recordó otras palabras, las pronunciadas en febrero del 2012 por el anterior delegado de Obras Públicas, Francisco García (PSOE), que, sin decantarse por una peatonalización, semipeatonalización o apertura al tráfico, dejó claro que "Córdoba no entendería que ese espacio vuelva a acoger el tráfico masivo" que tenía. De hecho, dijo que la obra se realizó pensando en una avenida semipeatonal con un pavimento preparado para todo, y para "un disfrute mayoritariamente peatonal", que también podía acoger "un tráfico restringido". Precisó que la Junta realiza la obra pero el Ayuntamiento debe decidir el tráfico que permite. En aquel momento, la Junta tenía conocimiento de la colocación de una marquesina para autobuses, que se instaló en marzo del 2012. Nieto recordó también que el anterior equipo de gobierno pensó en la Ribera para el paso del tranvía. El alcalde manifestó que le "encanta cómo está la Ribera" y que quiere "que siga así pero también que la ciudad funcione". Aseguró que su cierre perjudica a Aucorsa, a los turistas y taxis y reclamó que se resuelva cuanto antes el retraso en la apertura.

En contra de la peatonalización se han mostrado en más de una ocasión la asociación de vecinos Puente Romano, que quiere el paso de todo tipo de tráfico.