Un hombre acusado de dar una puñalada en el cuello a un celador del Hospital Provincial aceptó ayer en el juicio celebrado en la Audiencia una pena de dos años de prisión y una medida de tratamiento ambulatorio por el mismo periodo tras llegar a un acuerdo de conformidad.

Según el fiscal, el 1 de mayo del 2011 el acusado fue ingresado en la unidad de salud mental del centro hospitalario, donde pidió insistentemente a un celador que le diera una copia del informe médico. Cuando el trabajador se negó por no estar autorizado, el procesado tuvo una reacción agresiva, sacó una navaja de cinco centímetros y le asestó una puñalada en el cuello. Al llegar un vigilante de seguridad, también le propinó varios cabezazos contra la pared. El procesado fue diagnosticado de un trastorno de ideas delirantes.