Desde hace seis años no se registraba un precio tan alto del aceite de oliva como el que se alcanzó durante la semana pasada en los mercados en origen. El virgen extra ha llegado al nivel de los 3 euros en algunas operaciones, una cotización que se abandonó en el año 2006 y que desde entonces se veía muy lejana por las abundantes producciones que se han obtenido desde entonces y el efecto de la crisis económica. El problema, como apuntan ya desde el sector, es que unos precios por encima de los tres euros puede provocar un retraimiento en el consumo y la marcha del consumidor a otro tipo de aceites más económicos ante la caída de ingresos de los hogares españoles.

La Delegación Provincial de Agricultura situaba el viernes el precio del aceite de oliva virgen extra en 2,87 euros por kilogramo, un valor que se ha elevado más de un 55% respecto a la cotización que se alcanzaba en enero del 2012. Es decir, en la actualidad se paga un euro más por un kilo de aceite que hace doce meses. Los precios de referencia del sistema Poolred también apuntan esta tendencia de subida, cerrando la semana a un valor medio de 2,94 euros. El resto de categorías también se ha beneficiado de este aumento. La Junta sitúa el virgen en 2,74 euros, mientras que el lampante se encuentra en 2,62.

La tendencia a corto plazo, como apunta el operador de aceite Juan Morales, dependerá mucho del avance de cosecha que facilite hoy la Agencia del Aceite de Oliva a fecha de 31 de diciembre. "En el mercado hay un desbarajuste porque no se sabe la cosecha real que habrá, aunque apunta mucho al aforo que dio la Consejería de Agricultura", señala Morales. Por el momento, desde el inicio de la campaña el ritmo de ventas se ha contenido por la firmeza que han mostrado los productores y el desajuste de los precios de venta al consumidor de producto que se envasó con aceite de la campaña anterior a un valor más bajo que las cotizaciones que se registran ahora en origen. Incluso, como indica Morales, Italia ha adquirido cuatro millones de kilos de aceite a 3 euros en Jaén. En este sentido, el operador considera que un precio mucho más elevado de los tres euros puede desestabilizar el mercado y provocar que el consumidor abandone el aceite de oliva por otro tipo.