Los equipos del Instituto de Ciencias Forenses de la Universidad de Santiago de Compostela están acostumbrados a casos complicados y mediáticos. Sus científicos han investigados muertes como las de la niñas de Alcásser, los atentados terroristas del 11M en Madrid, han identificado restos de Cristóbal Colón y hasta de víctimas del tsunami y de las dictaduras militares argentina y chilena. Un informe suyo permitió detener al autor de 80 agresiones sexuales en Gran Bretaña y el próximo destino de estos forenses serán las fosas comunes que dejó la guerra de Kosovo.