El Ayuntamiento de Córdoba ha previsto iniciar dentro un mes las conversaciones con vecinos y comerciantes para llegar a un consenso en la ampliación de las zonas azules próximas a las áreas más comerciales de la ciudad. De este modo, la delegada municipal de Movilidad, Ana Tamayo, ha afirmado que "tenemos una propuesta en la que se arbitran posibles soluciones en los alrededores de los centros comerciales abiertos", con el objetivo de aliviar los problemas de tráfico y de aparcamiento que se registran en estos núcleos de actividad.

Esta actuación se completará con la dotación de zonas verdes que serán de uso exclusivo para los residentes, con lo que se evitará que tengan que disputar las plazas de estacionamiento a las personas que van a realizar sus compras y también se resarce, de algún modo, el posible perjuicio de vivir en un área de estas características. Tamayo ha explicado que el Consistorio pretende favorecer la rotación de los vehículos que se desplazan a las tiendas, para contribuir "al desarrollo económico del comerciante", frente a problemas de movilidad como el aparcamiento de vehículos en doble fila. "Queremos hacerlo de forma consensuada y por esto comenzaremos una campaña informativa", en la que se acercarán a los afectados para explicarles el proyecto, señaló. En principio, se aumentarían las zonas azules (por lo que pasarán a estar en otras calles además de las ya implantadas) y se integrarían las verdes en calles anexas. Así, la delegada de Movilidad entiende como "básica" la regulación de estos aparcamientos y comprende que "toda regulación implica una tensión inicial, por lo que si hay una zona verde, se asume de otro modo".

El disfrute de estos espacios reservados también conllevará un desembolso "pequeño" para los vecinos, aunque a cambio contarán con plazas de aparcamiento "garantizadas" --que vendrían a sumarse a las que son libres-- y tendrán alternativas a la zona azul. En cuanto al plazo de ejecución del proyecto, la delegada de Movilidad explicó que todo dependerá de la envergadura que finalmente tome, porque además la explotación de las zonas azules está cedida al sector privado.

Hace unos meses, los vecinos de Poniente Sur rechazaron la posibilidad de que se instale un aparcamiento con horario limitado en Gran Vía, al entender que ya es difícil para los residentes encontrar espacio libre y que el actual contexto de crisis no es el más conveniente para exigir nuevos sacrificios a los ciudadanos. Ana Tamayo ha destacado, en esta línea, que "no queremos que la regulación sea traumática. No se trata de restringir, sino de facilitar".