El hospital Reina Sofía sirvió ayer menús especiales a los pacientes sin restricciones en su dieta con motivo de la festividad de San Rafael. Como primer plato, los comensales adultos ingresados en el hospital que no tuvieran indicaciones especiales de alimentación, degustaron arroz de un típico perol cordobés y, de segundo, dorada al horno con patatas panaderas. En el postre, los pacientes pudieron probar macedonia de fruta natural mientras la merienda de este día festivo incluyó porciones del tradicional pastel cordobés.

Por su parte, los niños que se encontraban hospitalizados en el centro pudieron elegir en el almuerzo entre perol cordobés y pasta boloñesa de primero y dorada al horno con patatas o flamenquín con patatas, de segundo. De postre, optaron también por macedonia de fruta natural o yogures.

Durante la jornada de ayer, se repartieron alrededor de mil almuerzos y el mismo número de meriendas. Todos los platos fueron preparados en la cocina del hospital por los profesionales del servicio de alimentación del centro, que se esmeraron para que los pacientes pudieran disfrutar de la gastronomía propia del calendario festivo local. Dentro del programa de comidas especiales, el hospital Reina Sofía también sirve menús más elaborados a los pacientes adultos e infantiles ingresados durante la Navidad, el Día de Andalucía y en Semana Santa.

El hospital Reina Sofía oferta hasta 40 dietas distintas, que se elaboran por indicación facultativa, para atender las necesidades de los enfermos aquejados de diferentes patologías y los pacientes que no han de seguir un régimen específico de comidas pueden elegir a la carta entre tres tipos de menús. Dichos menús pueden ser normales, es decir, sin limitaciones en cuanto a los alimentos, o terapéuticos, cuando implican restricciones en función del estado de salud del enfermo (entre las que más se consumen figuran diabéticas, trituradas y pobres en colesterol).