El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, dedicó una apasionada homilía a la figura del Custodio, una intervención que comenzó diciendo que "la ciudad vibra con San Rafael". La homilía, además de desgranar la íntima relación del Arcángel con la ciudad y de ligar la ceremonia con el inicio del Año de la Fe, también tuvo una notable carga social al considerar que en la sociedad occidental "hay una crisis ética" y, también, al pedir la protección del Custodio para Córdoba en general y, más concretamente, para las familias cordobesas, sobre todo aquellas "que sufren necesidades" debido a la actual crisis económica.