En época de fuerte contestación sindical y política provocada por los recortes, el equipo de gobierno municipal ha querido evitarse otro frente de movilización y ha promovido un acuerdo unánime para que la zona declarada Patrimonio de la Humanidad sea la única afectada por la libertad horaria que recoge el real decreto ley 20/2012 del 13 de julio. Los ánimos de los meses previos a la reunión celebrada ayer en el Ayuntamiento hacían presagiar un encuentro complicado en el que sería difícil un consenso. Sin embargo, dos horas en torno a una mesa en la que el delegado de Comercio, Ricardo Rojas, sentó a los comerciantes, los consumidores, los sindicatos y los grupos municipales fueron suficientes para fraguar un acuerdo altamente satisfactorio para todas las partes implicadas y que se basa en la propuesta inicial de la Federación del Comercio.

Según lo pactado ayer, sólo los negocios emplazados en la zona amparada por la Unesco, y que ahora entran a formar parte de la llamada zona de gran afluencia turística, podrán acogerse a la libertad horaria que implica la posibilidad de abrir las 24 horas los 365 días del año. Realmente, este extremo no aporta novedad alguna para los comercios ubicados en este enclave de la ciudad --que son unos 500-- y es que según la Ley de Comercio Interior de la Junta los establecimientos menores de 300 metros cuadrados ya podían abrir cuando quisieran. De hecho, la inmensa mayoría de los negocios del entorno de la Mezquita ya lo hace. "No hay cambios, solo vamos a cumplir con un decreto ley", indica Ricardo Rojas, quien ayer recibió las alabanzas de todos los convocados a la reunión por propiciar un inusual acuerdo unánime.

El equipo de gobierno podría haber señalado en el mapa de la ciudad las calles que hubiera considerado oportunas para incluirlas en esa zona de afluencia turística, pero no lo hizo. De hecho, la clave estaba en conocer si los negocios de Jesús y María, las Tendillas, Cruz Conde, Gondomar o Ronda de los Tejares tendrían libertad de apertura, algo a lo que a priori no se oponía el PP pero que tenía el rechazo frontal del sector, que considera que habría traído consigo el cierre de locales y el despido de trabajadores y que solo hubiera beneficiado a las grandes superficies. Ese planteamiento habría dado alas, por ejemplo, a El Corte Inglés para abrir los domingos y días de fiesta que considerara oportuno, ya que tiene centro en Ronda de los Tejares y en Jesús y María --ahora cerrado--. La zona finalmente consensuada sitúa el Conservatorio como un muro infranqueable para la defensa de las inquietudes de los pequeños y medianos comerciantes.

Rafael Bados, presidente de la Federación de Comercio, aplaudió que "se haya impuesto la cordura", una felicitación a la que se sumaron los responsables de UCOR, IU y PSOE, los sindicatos UGT y CCOO y los consumidores. Rojas indicó que la propuesta "es la mejor para la ciudad y demuestra que estamos unidos por el comercio, que lo necesita". Además, apuntó que no tiene mucho sentido pensar en Córdoba como ciudad de turismo comercial. El Pleno del 9 de octubre verá una moción conjunta para pedir a la Junta, administración competente, que considere la citada zona de afluencia turística. El Ejecutivo andaluz ha recurrido el decreto ante el Tribunal Constitucional.