NACIO EN CORDOBA

TRAYECTORIA DOCTOR EN DERECHO, SOCIO DIRECTOR DE F&J MARTIN ABOGADOS Y PROFESOR TITULAR DE DERECHO FINANCIERO Y TRIBUTARIO DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID. ES PRESIDENTE DE LA FUNDACION BODEGAS CAMPOS

--Ha publicado un nuevo libro. ¿Qué trata de transmitir en una sociedad que cada día lee menos libros y se deja atrapar por las redes sociales?

--La publicación del libro sobre La amnistía fiscal se debe al interés de la editorial Tirant Lo Blanch por poner en el mercado, en un tiempo récord (el plazo de declaración vence el 30 de noviembre), una obra que analice esta medida estrella del Gobierno para hacer frente al déficit, incorporada en un decreto-ley, y que trae de cabeza a los asesores fiscales. Va dirigida a los profesionales que, por obligación, han de leer para estar informados.

--¿Era conveniente una amnistía fiscal como la aprobada por el Gobierno?

--Dada la situación de las finanzas públicas españolas y teniendo en cuenta que, siempre, existe una bolsa de fraude estructural, la medida es conveniente e, incluso, recomendada por organismos internacionales, como la OCDE. Cuestión distinta es que, jurídicamente, debería haberse ejecutado mejor, otorgando seguridad jurídica en una norma con rango de ley. En su lugar, se han aclarado muchos aspectos relevantes a través de orden ministerial --lo que ha provocado un recurso ante la Audiencia Nacional por parte del PSOE-- y un informe de la Dirección General de Tributos. Todo este contenido tendría que incorporarse a la regulación legal a la mayor brevedad posible. Si no es así, la amnistía no tendrá éxito y sí coste político.

--¿La subida del IVA era necesaria o se podría haber optado por otro tipo de gravamen fiscal?

--Para contestar a esta pregunta es necesario aclarar que ya se había subido el IRPF y el Impuesto sobre Sociedades, éste último a través de la limitación de determinados beneficios fiscales. Así las cosas, el único gran tributo que quedaba por incrementar, con capacidad recaudatoria suficiente, era el IVA. Ante un escenario donde prima la necesidad de obtener mayores ingresos para contener el déficit, no quedaba otra alternativa realista. Es más, tal vez ésta debería haber sido la primera de las medidas a adoptar, habida cuenta de que España presentaba un tipo efectivo de IVA muy inferior al de la media de los países de la Unión Europea.

--Hablamos de crisis económica, de crisis moral. Parece que todo ha estallado inesperadamente. Nadie supo anticiparse. ¿Qué ha pasado?

--Tal vez la crisis económica no sea más que el reflejo de unas sociedades en crisis, que se han adormecido por un elevadísimo grado de bienestar, relegando valores esenciales como el del esfuerzo, el trabajo y el mérito personal. No es fácil anticiparse a este tipo de situaciones, ya que se van generando a lo largo del tiempo y de un modo silencioso. No resulta fácil conocer cuál va a ser el síntoma final que revele la patología.

--¿Sobran políticos o es un recurrente que aparece en tiempos de crisis como el actual?

--Lo que sé es que no sobra la política, que no es otra cosa que el pensamiento traducido en acción de las instituciones públicas para cambiar y mejorar la sociedad. Es más, y enlazando con la pregunta anterior, la actual crisis no es sólo, ni principalmente, económica, sino política. Es necesario más y mejor política, que nos ayude a diseñar las instituciones que permitan adoptar las decisiones necesarias para salir de esta situación. Ello es especialmente evidente en el ámbito europeo, donde se había producido una unión monetaria sin instituciones bien diseñadas, que no estaban preparadas para actuar en tiempos de crisis. Falta arquitectura institucional y eso es tarea de la política.

--Cinco años después de todo, aún no sabemos el camino que se ha de seguir. ¿Por qué opta, por una contención del gasto público o por un incremento de la inversión?

--Aunque parezca imposible, creo que deben combinarse ambos tipos de medidas. Existe margen para eliminar gasto superfluo en todas las administraciones. Simultáneamente han de introducirse estímulos en la economía, mediante inversiones públicas bien dirigidas hacia sectores estratégicos.

--Córdoba tiene 126.600 parados, según la última EPA. Hay 44.400 familias con todos sus miembros parados. ¿Hemos tocado fondo o el ajuste de la crisis seguirá?

--La situación puede deteriorarse aún más si tomamos en consideración las previsiones de crecimiento económico para España. Es posible que hasta 2014 no tengamos unas cifras positivas de PIB que nos permitan crear empleo. Sin embargo, hay que plantearse el futuro desde el presente con optimismo y ello sólo se consigue incentivando la confianza.

--La reforma laboral está propiciando una precariedad del mercado de trabajo en provincias como Córdoba. ¿Era previsible esto y que la temporalidad alcance el 97%?

--En un escenario como el presente, la flexibilización del mercado de trabajo puede tener el efecto que usted indica. Pero este tipo de medidas creo que permiten la subsistencia de esas pymes que, con costes de despido más elevados, podrían desincentivar la contratación. Por tanto, no sólo debe tenerse en cuenta el escenario actual, sino, también, el que se hubiese generado en caso de no adoptarse la medida. Además, el cambio de modelo de negociación colectiva favorecerá una mayor contención salarial, que se revela como un elemento determinante de nuestra competitividad. Al tiempo, cuando comiencen los síntomas de la recuperación, el contar con un mercado laboral más flexible permitirá un mayor ritmo de creación de empleo.

--El sistema productivo cordobés camina hacia una terciarización. ¿Estamos dejando demasiado protagonismo al turismo y a una economía de servicios?

--No puede despreciarse el papel que cumple y debe seguir cumpliendo el turismo en nuestra economía. Ha de tenerse en cuenta que sus destinatarios no son las familias cordobesas, sino turistas residentes en España o en otros países. En este sentido, nuestra oferta turística tiene que ser de calidad y dirigida a captar clientes de otras nacionalidades, que sí generen el consumo que necesita la provincia y que la demanda interna no genera actualmente. Puede afirmarse que atraer turistas extranjeros es tanto como generar exportación. Sin perjuicio de ello, es preciso que la economía cordobesa cuente con un cierto nivel de diversificación que disminuya nuestro riesgo y eso pasa por mantener y potenciar las industrias tradicionales, como las de la joyería o la de la alimentación.

--¿Hay receta mágica para la provincia de Córdoba o estaremos pendientes siempre de factores exógenos para crecer?

--Nunca hay recetas mágicas. Pero, desde luego, Córdoba puede impulsar sus sectores productivos, ganar en innovación, productividad y valor añadido. Para ello hace falta formación, trabajo y, por qué no decirlo, un gran consenso de todos los actores relevantes, empresarios, sindicatos, administraciones públicas y universidad.