El conflicto abierto en el sector sanitario por los anunciados recortes de la Administración mantiene en estado de asamblea casi permanente al personal del Hospital Universitario Reina Sofía, que ayer volvió a reunirse para analizar la evolución del conflicto y la estrategia a seguir para reclamar sus reivindicaciones.

En la asamblea de ayer, a la que ya se sumaron representantes de todas las áreas de la sanidad cordobesa, como atención primaria o enfermería entre otros, se conoció que la decisión de renunciar al puesto en la Junta Facultativa está surtiendo efecto pues casi todos su integrantes ya han hecho entrega del documento de renuncia. Por el contrario, ante la negativa de los responsables de las Unidades de Gestión Clínica (UGC) de hacer lo propio, la asamblea tomó la resolución de desvincularse de las mismas.

Este acuerdo, según un portavoz de la asamblea, consiste en que a la hora de pactar los objetivos que cada UGC debe alcanzar, los trabajadores no se vincularán a dicho compromiso. Se puede considerar una actitud simbólica que pone de manifiesto la discordancia de actitudes de jefes y administración con el resto del personal, pero que a efectos de gestión y funcionamiento podría crear desajustes. Los responsables de las UGC se negaron a renunciar a sus cargos, porque no se consideran culpables de lo ocurrido y porque estiman que desde dentro de su área de competencias pueden contribuir a atenuar las consecuencias de los recortes.

No menos importante es el hecho de que ayer también empezaron a presentar su renuncia los responsables de la tutoría médica, lo que podría generar algunas dificultades en cuanto al reconocimiento del hospital en materia formativa. En la asamblea se pidió asimismo que hicieran lo propio los tutores de Enfermería.

Por otro lado, otras fuentes han mostrado su contrariedad al saber que ya se están negociando nuevos turnos o incrementos de jornadas, sin negociar con sindicatos ni profesionales y antes de que se confirmen las medidas.