Avial ha señalado que después de las dos prospecciones "estoy seguro al 99.9% que los niños no están dentro de la casa y al 95% que tampoco están en los terrenos de esa parcela". La finca tiene dos dificultades a la hora de analizar los datos del georradar: "Un suelo arcilloso y dos líneas de alta tensión que la cruzan y generan distorsiones electromagnéticas". Cuando "se busca material óseo se necesita una antena especial de 900 herzios porque con ese tipo de suelo solo se alcanza una profundidad de 1,30 metros", que solo podrían excavarse "con maquinaria y este parece que no es el caso". Esta misma empresa está a la espera de que el juzgado o la Policía Nacional le indique cuándo puede comenzar el rastreo con termografía aérea con infrarrojos y el sónar de barrido lateral.